lunes, 30 de noviembre de 2009

Al ritmo de las burbujas

Escrito por Alejandro Redondo

No se la razón, pero parece que es un sentimiento generalizado cuando se acerca la época de navidad, las burbujas encuentran su mes, aunque aclaro, que nos es el único.

El espumante en general es un vino llamado especial, su doble fermentación acumula partículas de dióxido de carbono –gas carbónico- expresado en burbujas; celebres en la copa, chispeantes en la boca y un cosquilleo al final del paladar, lo hacen un clásico de las celebraciones en general.

Navidad parece ser la época de privilegio, cuando a celebraciones se refiere, es un mes del año, en el que todo se llena de vivacidad y felicidad, la vida encuentra color y efervescencia, parece que todo halla su sentido.

Para muchos es una jornada para olvidar el sacrificio del año ó por el contrario, para recordar lo bueno que ha sido, para otros, motivo para esperar o pedir al Ser Supremo, un año igual o mejor, o tan solo un sentimiento tan humano, como las ganas de reír o llorar por los recuerdos. Y es que aunque no lo hayas pensado, el vino viene a formar parte no solo de las tradiciones, sino de un compañero que da calor al alma, algarabía en el sentimiento de compartir y agradables memorias.

Mañana se inaugura la navidad, como parte de las compras clásicas de ésta, los regalos, tamales, cena de navidad, vinos, toman la atención de todos; pero no se olvide de compartir, es el sentido de la navidad.

Así que los invito a brindar con vino al ritmo de la elegancia, suavidad y ternura de las burbujas en estos días de epifanía. ¿Pero como elegir entre tantas marcas o estilos? Me parece prudente primero que todo, empezar por dejar claro los conceptos, ya que en una mayoría importante de ocasiones, mal llamamos un vino espumante, Champagne.

El Champagne es el clásico de los vinos espumantes, detrás de la elegancia de este vino, se abriga la sutileza, distinción y estilo glamuroso de la región de Champagne, Francia. Con esto entendemos que únicamente los vinos espumantes que provengan de la región de Champagne se pueden denominar Champagne, ya que se equivoca en muchos de los casos cuando se trata de compararlo con vinos espumantes de otras regiones del mundo. Los españoles tienen su exponente resguardado en la Denominación de Origen –DOC- Cava, en Italia el Prosecco, en los Estados Unidos se le conoce como Sparkling Wine, en países de habla hispana, vino espumante o espumoso.

Cierto que todos tienen espuma y lindas perlas de gas carbónico llamadas burbujas, unas más finas y consistentes que otras ¿pero por qué razón los Champagne son más caros que el resto de espumantes?

Pues bien, con ésa pregunta abro un espacio para definir, no calidades, pero si referencias. Con respecto al Champagne su método de producción se le conoce como “Champenoise”, es un método de elaboración muy caro, obedece a la paciencia de los años, donde el hombre juega un papel fundamental. Básicamente se realiza la vinificación tradicional, seguida de una segunda fermentación en botella.

Ahora bien, muchos vinos espumantes son realizados en otras parte del mundo con la misma técnica de vinificación, pero no por ello podrán llamarse Champagne; queda claro que este proceso original y tradicional, es de costos elevados, de ahí su exclusivo precio en el mercado.

Pero, hay un método comercial para producir vinos espumantes de muy buena calidad y más accesible, conocido como “Charmat”, todo el proceso se realiza en grandes cubas, igualmente realiza una segunda fermentación, luego se embasa en botellas champañeras; el resultado es rápido, económico y confiable, aunque claramente, se obtiene un vino espumoso de menor complejidad, no necesariamente de menor calidad; este aspecto lo marcará el precio.

Un gran detalle a tomar en cuenta en el momento de elegir un vino espumoso, es el azúcar. El azúcar residual que contiene el vino espumante por volumen lo diferencia, recordemos que a éste se le agrega azúcar y levaduras en la segunda fermentación, y después del procedimiento de degüelle, se incorpora licor de expedición; este componente clasifica el vino espumante en brut nature –menos de 3 grs/l-, extra brut –menos de 6 grs/l-, brut –menos de 15 grs/l-, extra seco –de 12 a 20 grs/l-, seco –de 17 a 35 grs/l-, semi seco –de 33 a 50 grs/litro-, dulce –más de 50 grs/l-. El gusto será según el caso, del más seco al más dulce; por supuesto, siempre resaltando sus notas de fruta, tostado, levadura y rica acidez, un grato balance, sutil y suave, para un final prolongado y consistente.

Puedo recomendarles algunas marcas y estilos, pero me parece más divertido, que con la información que les he dado, realicen sus propias elecciones.

Los invito a acompañar un vino espumante extra brut, con un delicioso y suave carpaccio de salmón con perlas de zanahoria y pera, su textura y sabrosa acidez -producto del jugo de limón- complementarán las notas de éste vino.

Mis mejores deseos de celebración, por supuesto, al ritmo de las burbujas…

¡Salud!

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